Han muerto las chicas que yo miraba.
Me han dejado de mirar las chicas que
yo miraba.
Han hecho su tumba y su vida
las chicas que yo miraba.
Y me pregunto a quién voy a mirar ahora
si yo me untaba
como una manteca
sobre todo eso que nunca me daban.
Me han dejado vacía las chicas que yo
miraba.
Y me entusiasmo de lluvia por todo
lo que me han arrebatado.
¡¡¿¿Qué digo "arrebatado"??!!
Yo dí todo como quien hace una colecta
y después la reparte.
De corazón. Por motivos más grandes.
Llené mi vaso, una y mil veces,
sólo para verterme
SOBRE-LAS-CHICAS-QUE-YO-MIRABA.
Pero ahora sólo veo cadáveres.
Montañas de huesos con ojos
inolvidables.
Espíritus que me evaden con ojos
inolvidables.
Flequillos imprecisos con ojos
inolvidables.
Han muerto las chicas que yo miraba.
Y ahora, cuando nadie me abruma,
salgo de noche y me detengo en sus tumbas.
Me arrodillo silenciosamente
y les pido que si aún tienen compasión
por mi vida... pongan en mi camino
no digo una súperheroína
pero sí una chica que cuando yo la mire
ni me corte el mambo, ni me deje en banda.
Muy por el contrario les pido una chica
que cuando yo la mire ella ya haya dibujado
mis ojos (como ciruelas redondas)
en el fondo de su alma.
p/d: armen un sindicato y trabajen para mí