La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

apenas caen las hojas sobre la vereda de tu casa

¿cuántas veces te repetiste a vos misma


todo va a estar bien, todo va a estar bien

todo va a estar bien, todo va a estar bien


como si quisieras cuidar un hijo

un brote, una clave?


¿cuántas veces pusiste todo de vos

y aún así no resultó?

¿qué es lo que en realidad no resultó?

 

¿cuántas veces saliste a la calle

y la calle te asustó?

¿cuántas veces la calle te fascinó?

¿cuántas veces tenías planes de ir al norte

y terminaste yendo al sur?

 

¿el sur te hizo bailar?

¿al norte lo extrañaste?


¿cuántas veces avanzaste

sin entender nada en absoluto

pero avanzaste?

¿cuántas veces amaste en silencio

y cuántas lo dijiste en voz alta?


¿creés que todos caminamos sin saber

adónde ir?

¿creés que saber adónde ir es importante?


¿te preocupaste por la plata?

¿pudiste o no pudiste comprar eso que te hacía falta?

¿elegís los besos por el nombre o por el sabor?


¿hiciste algo jugado?

¿alguien hizo algo jugado por vos?


¿a quién le creés más?

¿a tu psicóloga o a mía astral?

¿a ninguna de las dos?

 

¿qué es para vos tirar una moneda al aire

y desear que caiga del lado

que elegiste vos?

¿el amor tiene azar o el azar tiene amor?

 

¿viste cuando hacés algo asombroso

y no te lo creés ni vos?


¿cuántas veces creíste que el mundo estallaría

y apenas caen las hojas

sobre la vereda de tu casa?

 

¿cuántas?

a ver, ¿cuántas?