Te recorro todo el tiempo.
Conozco el punto justo donde comenzás a gemir.
No voy a llenarte de palabras vanas.
Los dioses te hicieron para mí.
Mirá cómo te alcanzo y sonreís.
Maquinita de pasos equivocados.
Relieve arcaico.
Presente mío.
Te abrazo como sé abrazar las cosas que no toco y ansío.
En cada mano tengo una puerta que se abre y que te invita a quedarte.
Podés poner tus tacos dónde quieras.
Me gusta que me mires a los ojos.
Me sirve que la vida me sorprenda.
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