el mundo no me acepta /
el mundo acepta a la que yo invento /
¿por qué no puedo ser simple?
sólo spinetta pudo esconderse
en la metáfora
y llegar al corazón de las masas /
ahora las masas, directamente,
no tienen corazón /
para llegar a ellas
hay que ensuciarse mucho /
vivir hasta el asco
(en lo posible SER el asco)
cuando hay silencio el poema es más puro
pero nadie quiere la pureza,
amiga mía /
(mientras más gente salga en la foto
más feliz parece que soy)
okey, estoy siendo hiriente
pero fijate,
fíjate porque a mí
también me duele /
La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)
entrar o no entrar
"el arte es ensimismamiento,
el resto es propaganda"
(Azucena Salpeter)
el ejercicio es difícil:
extirpar a tu familia,
a tus amigos,
a tu terapeuta
y a la mujer que amás
quedarte solo en el fondo
y decir qué
si lo que querés es salir
aunque lo único que hagas es
entrar
extirpar a tu familia,
a tus amigos,
a tu terapeuta
y a la mujer que amás
quedarte solo en el fondo
y decir qué
si lo que querés es salir
aunque lo único que hagas es
entrar
el paraíso
ahora que me escuchás puedo hablarte despacito y decirte que no necesitás corregir nada para llegar a ningún lado /
el amor es una trampa divina en la que irremediablemente caerás algún día
y será como un montón de pájaros en tu cabeza /
todos tus intentos por impresionar a quien vos sabrás te habrán llevado a otro río
donde hay peces púrpuras festejando tu nombre /
ahora que te tengo cerca puedo esbozar un susurro
y recordarte que nada está perdido
que hay una loba para tu bosque en algún lugar del mundo /
y serán claveles tus horas
y vendrás con el tiempo muy tibio
y serás como un pecho que empuja
y tendrás tu celeste en el campo /
ahora que no me perdés de vista puedo contarte que yo también rompí lo que más quería por hacer tonterías /
y cuando nadie me mira de a ratos extraño algo /
no sé muy bien qué es /
lo que nunca tuve quizás /
o lo que un día me dieron y después lo perdí /
el paraíso que busco /
en el poema que traigo /
y será como un montón de pájaros en tu cabeza /
todos tus intentos por impresionar a quien vos sabrás te habrán llevado a otro río
donde hay peces púrpuras festejando tu nombre /
ahora que te tengo cerca puedo esbozar un susurro
y recordarte que nada está perdido
que hay una loba para tu bosque en algún lugar del mundo /
y serán claveles tus horas
y vendrás con el tiempo muy tibio
y serás como un pecho que empuja
y tendrás tu celeste en el campo /
ahora que no me perdés de vista puedo contarte que yo también rompí lo que más quería por hacer tonterías /
y cuando nadie me mira de a ratos extraño algo /
no sé muy bien qué es /
lo que nunca tuve quizás /
o lo que un día me dieron y después lo perdí /
el paraíso que busco /
en el poema que traigo /
tan feliz
MENTÍ. Pero estoy perdonada porque yo miento todo el tiempo. Cuando digo "bien, bien, ando bien", en realidad lo que quiero decir es "tengo miedo a la muerte". Y te extraño un poco, de a ratos y no en cualquier momento. Bueno sí. En los momentos menos esperados. Cuando hago caras te extraño. Cuando soy expresiva te extraño. Cuando enloquezco te extraño. Cuando lo escucho al chino, aunque vos no lo escuches... te extraño. Y también cuando veo a dos extranjeros comprando un "big mac". Ahí te extraño un montón.
Es verdad... MENTÍ. Pero estoy perdonada porque yo miento todo el tiempo. Me dan mucha vergüenza mis dientes de conejo. También los rollitos que se me hacen cuando me siento. Yo supongo que a los 30 lo tengo que superar. Le dije a mi hermana que iba a pasar a tomar una cerveza y estoy por llegar. Dejemos el poema acá. Pero no te vayas. No. Nunca te vayas. Quiero decir: ¿DÓNDE ESTÁS? ¿Cómo hacés para viajar hasta mí sin pánico? ¿En qué parte del cuerpo te tocan y ya no es lo mismo? decímelo sin vergüenza (o con orgullo, que es mucho más lindo) ¿falto yo en algún centímetro?
Mi sobrino ya tiene voz de hombre. ¿En qué momento envejecimos? ¿Para qué tanto vértigo tirado a la basura? ¿No te parece una injusticia? Digo, perdernos... justo ahora, con Notre Dame prendiéndose fuego. ¿No te parece que a la historia le falta una pierna? ¿No te parece que vos y yo... vos y yo... vos y yo? A la mierda mi poesía. Nunca voy a poder explicar LA IMPOTENCIA QUE ME DA haber sido tan feliz.
Es verdad... MENTÍ. Pero estoy perdonada porque yo miento todo el tiempo. Me dan mucha vergüenza mis dientes de conejo. También los rollitos que se me hacen cuando me siento. Yo supongo que a los 30 lo tengo que superar. Le dije a mi hermana que iba a pasar a tomar una cerveza y estoy por llegar. Dejemos el poema acá. Pero no te vayas. No. Nunca te vayas. Quiero decir: ¿DÓNDE ESTÁS? ¿Cómo hacés para viajar hasta mí sin pánico? ¿En qué parte del cuerpo te tocan y ya no es lo mismo? decímelo sin vergüenza (o con orgullo, que es mucho más lindo) ¿falto yo en algún centímetro?
Mi sobrino ya tiene voz de hombre. ¿En qué momento envejecimos? ¿Para qué tanto vértigo tirado a la basura? ¿No te parece una injusticia? Digo, perdernos... justo ahora, con Notre Dame prendiéndose fuego. ¿No te parece que a la historia le falta una pierna? ¿No te parece que vos y yo... vos y yo... vos y yo? A la mierda mi poesía. Nunca voy a poder explicar LA IMPOTENCIA QUE ME DA haber sido tan feliz.
no voy a gritar
no voy a gritar /
voy a guardarme todo el fuego para mí /
es decir: tu nombre
tu nombre para mí /
después el dolor
(extenso)
(inevitable)
voy a guardarme todo el fuego para mí /
es decir: tu nombre
tu nombre para mí /
después el dolor
(extenso)
(inevitable)
aeiou
(a)
amo mis pelos en las axilas
mis dientes de conejo de pascua
y mis contradicciones humanas /
amo mi vicio indiscutible
mi panza con rollitos
y mis confesiones infelices /
amo mi perfeccionismo artístico
mis ganas de hacer pis cuando me baño
y el mate con azúcar apenas me levanto /
(e)
(ningún tiempo, para mí,
es tiempo perdido)
(i)
soy un río en el que nado sin corpiño /
por momentos me muero de vergüenza
frente a las algas azules
y fantaseo que son mías cuando el agua se las lleva /
(o)
tanto "dejar fluir" sólo puede decirme
una cosa: es probable que me muera
sin haber llegado a la orilla /
(u)
¿y qué hay en la orilla?
en la orilla estás vos
enamorada
de mí /
amo mis pelos en las axilas
mis dientes de conejo de pascua
y mis contradicciones humanas /
amo mi vicio indiscutible
mi panza con rollitos
y mis confesiones infelices /
amo mi perfeccionismo artístico
mis ganas de hacer pis cuando me baño
y el mate con azúcar apenas me levanto /
(e)
(ningún tiempo, para mí,
es tiempo perdido)
(i)
soy un río en el que nado sin corpiño /
por momentos me muero de vergüenza
frente a las algas azules
y fantaseo que son mías cuando el agua se las lleva /
(o)
tanto "dejar fluir" sólo puede decirme
una cosa: es probable que me muera
sin haber llegado a la orilla /
(u)
¿y qué hay en la orilla?
en la orilla estás vos
enamorada
de mí /
situación de crisis
Voy a intentar explicar lo que yo llamo una "situación de crisis". No siempre hay una marca visible. Ni siquiera me desmayo como me gustaría para que alguien pueda comprender la gravedad del asunto. Una "situación de crisis" empieza como una ametralladora de pensamientos apresurados y destructivos. Uno, dos, tres, ciento veinticinco. Palabras que dije y que no dije se amontonan en la boca del cerebro y forman un "eco" de nunca acabar. Hoy por ejemplo pensé "estoy sola en el mundo" y una voz, que es la mía pero viene de otro lado, me respondía "sí, estás sola, sola, sola, sola, SOLA". No me voy a cansar de decir que es muy difícil de "explicar con palabras de este mundo". Mis ojos no pueden enfocar. Me vuelvo rígida. La presión sube por la espalda y desemboca en la mandíbula. Siento que todos me odian, me observan y saben quién soy. Soy consciente del error pero no puedo evitarlo. Mi cuerpo se prepara para un suceso extraordinario pero el suceso extraordinario nunca llega. Ahí está la impotencia. Le digo a mis hermanos "estoy mareada, vayan a esperarme a la esquina". Decir "estoy mareada" es lo más aceptable socialmente. La cabeza sigue haciendo de las suyas. Tal vez si pongo Fito Páez me sienta como en casa. Funciona, pero no tanto. Ni siquiera puedo mandar un audio. Mucho menos mirar redes sociales. Bajo del colectivo, camino 5 cuadras y los veo venir a mis hermanos. Me vuelve el alma al cuerpo. Necesitaba una cara familiar. Los abrazo, les digo "gracias" y en ese "gracias" se esconde un "me salvaron la vida". Llegamos a casa. Peluche me saluda pero yo no puedo saludarlo. Cruzo el patio. Me descalzo, respiro y me digo a mí misma "ya pasó, agustina, ya pasó". ESTOY A SALVO. Y la "situación de crisis" se deshace, para volver quién sabe cuándo. Ojalá que nunca.
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