La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

tan feliz

MENTÍ. Pero estoy perdonada porque yo miento todo el tiempo. Cuando digo "bien, bien, ando bien", en realidad lo que quiero decir es "tengo miedo a la muerte". Y te extraño un poco, de a ratos y no en cualquier momento. Bueno sí. En los momentos menos esperados. Cuando hago caras te extraño. Cuando soy expresiva te extraño. Cuando enloquezco te extraño. Cuando lo escucho al chino, aunque vos no lo escuches... te extraño. Y también cuando veo a dos extranjeros comprando un "big mac". Ahí te extraño un montón.
Es verdad... MENTÍ. Pero estoy perdonada porque yo miento todo el tiempo. Me dan mucha vergüenza mis dientes de conejo. También los rollitos que se me hacen cuando me siento. Yo supongo que a los 30 lo tengo que superar. Le dije a mi hermana que iba a pasar a tomar una cerveza y estoy por llegar. Dejemos el poema acá. Pero no te vayas. No. Nunca te vayas. Quiero decir: ¿DÓNDE ESTÁS? ¿Cómo hacés para viajar hasta mí sin pánico? ¿En qué parte del cuerpo te tocan y ya no es lo mismo? decímelo sin vergüenza (o con orgullo, que es mucho más lindo) ¿falto yo en algún centímetro?
Mi sobrino ya tiene voz de hombre. ¿En qué momento envejecimos? ¿Para qué tanto vértigo tirado a la basura? ¿No te parece una injusticia? Digo, perdernos... justo ahora, con Notre Dame prendiéndose fuego. ¿No te parece que a la historia le falta una pierna? ¿No te parece que vos y yo... vos y yo... vos y yo? A la mierda mi poesía. Nunca voy a poder explicar LA IMPOTENCIA QUE ME DA haber sido tan feliz.

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