La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

nacer

no te confundas /
no quiero que me den un premio

cuando mi vida haya llegado a su fin /
quiero tener la seguridad

de que me van a doler los huesos
de tanto haber hecho lo que amo /
quiero que me ardan las manos

de tanto haberlas hundido en el barro de la osadía
que se dice con el corazón abierto
como si fuese un orgasmo /
no quiero que me recuerden como alguien

que vivió al borde de los acontecimientos
de su propia historia /
no quiero que me cuelguen flores

por haber sido gentil y bondadosa /
quiero que todos los fuegos

encuentren un lugar
en mi ombligo /
y que me mires a la cara

y que cuando lo hagas
vos también puedas verte /
quiero un rincón de furia p
ara alimentar a la bestia /
y que te sueltes
como un pañuelo sin límites /
extasiada de vida y de deseo /
no te confundas /
estoy parada en el centro de la herida

y las palabras no pueden lastimarme /
soy una mujer que acaba de

nacer /

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