No estás sola.
Estoy yo esperándote en cualquier lugar del mundo.
Estoy yo empuñando mis soles.
Estoy yo sacrificando las horas.
Y también estoy yo temblando como una nena de tres años, después de un baño, sin madre y sin ropa.
Tengo la llave para entrar al otro lado inesperado de las cosas.
Yo te pido la cruel ceremonia...
No te preocupes, nena, sos hermosa.
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