La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

Cuando el amor diga mi nombre y me abra.

cuando el amor llegue y, con sus garras dulces, me acaricie la espalda
cuando el amor diga mi nombre y me abra de par en par como a una ventana
cuando el amor se suba a los techos (como lo hice yo)
y proclame, verdadero, que me ama y que me suelta y que me aguarda
cuando el amor llegue y, con sus lenguas cortas, diga flores y palabras

cuando el amor, ay, cuando el amor


no sabré dónde poner tanto silencio

no sabré qué hacer con él y su pureza
no sabré qué hacer conmigo y tanta magia

cuando el amor llegue y despeine mis cejas y sostenga mis brazos y comprenda mis caras

cuando el amor me empuje y me abrace y me eleve y me abra

cuando él me mire de ojos enormes y claros y yo, al fin, pueda sostenerle largamente la mirada

cuando el amor, ay, cuando el amor
cuando el amor me busque y me encuentre
cuando el amor te busque y te traiga

claro

nena
obvio

yo no podré nombrarlo


yo no podré escribirte

vos no querrás leerme

nada de esto hará falta



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