La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

4 o 5 guirnaldas para el sacrificio

No quiero lastimarte más, de verdad.
Ya ensucié todo con mi sangre.
Y vos también ensuciaste.
¿Podríamos construir algo mejor?
Algo con plumas. No sé.
Algo que se parezca al mundo que está
por venir, evaluando sin rencores el mundo
que ya no existe. Algo más parecido
a provocar un impulso.
Algo como pegar un salto de la pobreza
a la esperanza.
Algo que dignifique el sacrificio.
Algo con guirnaldas para el sacrificio.
Por empezar: los héroes anónimos
deben decir su nombre en voz alta.
O alguien o algo
que diga su nombre en voz alta.
Estoy cansada de llorar para que vengas
a buscarme. Voy a pasar por tu casa
y voy a tocarte el timbre. Después
voy a salir corriendo. Porque lo único
que importa es que sigamos jugando.
Lo que te falta es justo lo que yo traigo.
Y después lo de siempre:
las chapas que me aplauden, la canilla
que no tengo que me aplaude
y el piso de portland
que me aplaude.
Estoy caminando por un bosque
que supo devorarme. Tengo que escribir
menos y cocinar más. Porque yo no quiero.
No quiero lastimarte más.
Bastante tenés con tu dolor y eso vos
te lo sabés de memoria.
Es más: podés olvidar contraseñas
pero nunca tu dolor.
Así que ESTO me parece de lo más sensato
que vas a leer hoy: TOMÁ TU PUTA
Y PRECIOSA VIDA Y DESPUÉS
SENTÍTE BENDECIDA.
Por mi parte... es súper difícil
mover la belleza de adentro
y ponerla afuera.
Quiero decir: hay momentos no lingüísticos
que no pueden ordenarse.
El bienestar no se explica, ni siquiera
se recomienda. Porque sería abusar
de las elecciones que no te pertenecen.
Y a esta altura corresponde DARSE CUENTA
de que "convencer" se parece a tener
un revólver que te apunta. Yo sólo puedo
acercar mi isla a tu isla. Ser íntimo
para que vos seas íntima. Y apagar la luz
o dejarla prendida. Como vos prefieras.
(...)
Pasó mucho tiempo
y veo que te quedaste dormida. Lo bien
que hiciste. Yo no pude. EL OFICIO, VISTE.
Tengo que escribir menos y cocinar más.
O en todo caso tengo que mudarme
a un comedor comunitario.
Lo que suceda primero.
TU BOCA O EL GUISO DE LENTEJAS.
¡Te reíste, pajarito!
Voy a sentirme afortunada
porque me urge tener las manos calentitas.
Te dejo 4 o 5 guirnaldas para el sacrificio.

SIEMPRE TUYO... excepto cuando estoy
conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario