No sé si estás hecha para mi acróbata
pero tímida cintura,
lo que si sé es que yo vengo de
encaje en tus desastres cotidianos
y, si andás con tu lupa de
necesidades en los bolsillos,
seguro das con mis señales que son
humo en tu cabeza.
Moraleja moraleja moraleja.
Dios loco te cría y ella te deja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario