Hay cosas que aún quedan inconclusas. Digamos... silencios, que de tan ruidosos se frustraron y bocados textuales que sólo por gentileza ¡apenas! se mordieron.
Tanto mucho para nada y un espacio bien desocupado que te espera; vacío y con cosas que aún quedan inconclusas. Un café, medio abrazo y tres renglones de tu desagrado.
Bastan letras y retazos, decisiones en pedazos.
No te angusties si hay escombros, no te quedes, ¡aceptálo!
Llevo ojos desafinados, un olfato desalineado, una boca con mi miopía y tres dedos sin saliva, dos estufas que dan hielo, una lluvia que no moja, cuatro espejos con sombrero y un florero color rosa.
¡A ver si alcanza el desatino para tragar tu habladuría, llenar de espanto tu esperanza, venderle a un necio tu alegría!
Comprá boletos a otro mundo. Dejáte lejos, te lo pido. No estoy entera, te lo digo.
Lo inconcluso irá entendiendo de vacíos, te lo escribo.
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