La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

Hay una distancia.

hay una distancia que no se cura con nada
hay caras que me miran y nada
hay voces que me invitan y nada

hay una distancia que no se cura con nada

yo no pensé que a (r) marme era esto
sentirme lejos
sentirme ajena
sentirme extraña

hay una distancia que no se cura con nada

¿y mis cosas? ¿y tus barcos? ¿y mi casa?

yo no pensé que iban a abandonarme tanto tanto tanto
yo no pensé que el tiempo era esto
sentirlos lejos
sentirme ajena
sentirme extraña

yo no quería
yo la quería
yo me ignoraba

hay una distancia que no se cura con nada

me sirven y no me sirven las palabras

estás opaca (y estás brillante) y estás olvido y estás cansada

no viene nadie
no encuentro luces
no sé tu frente
no llegan cartas

¿alguien dijo "luces"?
¿alguien dijo "cartas"?

hay una distancia que no se cura con nada

¿cómo querés que te diga que estoy rotundamente sola y excedida de alma?
¿cómo querés que te invite a mi vida si no suelto mis cosas, si te cuesta ignorarlas?
¿cómo querés que te llame si no tengo boca?
¿cómo querés que te gane si no gano nada?

hay una distancia que no se cura con nada

y cada día estoy más lejos
y cada vez estoy más blanca

no sé si me explico
no sé si me entienden
no sé si hago falta

hay una distancia que no se cura con nada

¿y mis cosas? ¿y tus barcos? ¿y mi casa?
¿y mis puentes? ¿y tus pasos? ¿y mi espalda?

¿por qué siempre yo esperándote?
¿por qué siempre yo esperándola?


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