A ella no sólo le gusta la poesía, ella es poesía. ¡Si pudieras verla en su cajita! Animal y
ángel, suavidad y prisa. Corazón y carne, tempestad y risa. ¡Si pudieras verla
en su cajita! A ella no sólo le gusta la poesía, ella es poesía. Y daría la
vida, claro que daría la vida. Es tan terca y es tan linda. Se saca la ropa
como si se sacara una espina. Ignora los relojes y el mal clima. Se sabe de
memoria sus defectos. Le gusta la verdad y te cocina. No sabe cocinar pero te
cocina. Ella es un payasito inquieto. Y es bastante demasiado incomprendida.
Con la misma intensidad con la que quiere ser sencilla. ¡Si pudieras verla en
su cajita! ¡Enorme! ¡libre! ¡eterna! ¡tuya! Se me llenan los ojos de barro.
Ella es el pajarito y el árbol. Ella es la que rompe esquemas. Ella es una
herida abierta. ¿Por qué será que está tan sola? ¿Por qué será que está tan
cerca? Diría Juan Gelman “¡hagamos un mundo para ella!” No podemos permitir que
se apague. No podemos permitir que se pierda. ¿Dónde están los otros? ¿Qué
podemos darle? ¿Cómo queremos verla? Porque se va, se va, y cuando se va no hay
vuelta. ¡Si pudieras verla en su cajita! ¡rumbo a ninguna parte! ¡rumbo a donde
vos quieras! Ella no es de este siglo. Ella no es de esta esfera. Pobre, hace
lo que puede con sus disfraces y sus muecas. Si pudiera le regalaría una
bandera. Blanca como sus huesos, blanca como su espera. Le estoy llenando de
tierra la vereda. ¿Podré acercarme? ¿Podrá escucharme? ¿Podré quererla? ¿Qué
puedo darle? ¿Qué va a decirme? ¿Quién vive en ella? ¿Me pensará alguna siesta?
¿Le dará bronca mi bronca? ¿Le dará fuerza mi fuerza? Ella no es de este siglo.
Ella no es de esta esfera. Intenta pero no puede, es más fuerte que sus
piernas. ¡Si pudieras verla! ¡Si pudieras ser mosca, tapita, bombilla, moneda!
Quizás, tal vez, le perderías el miedo y aprenderías a quererla. Pero como se
deben querer las cosas que valen la pena. ¡Hey! A ella no sólo le gusta la
poesía… ella, además, escribe poemas.
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