La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

Del amor yo sólo sé que la quería.

Yo sola. Me estoy cortando las alas. Yo sola.
¿Hasta dónde puedo llegar si me devoran tus monstruos?
¿Y por qué la tierra gira? ¿y por qué existen las horas?
¡Demasiado complicado es este mundo!
Me da la convicción de que sufre todo el tiempo (lo estamos asesinando) (no es joda).
Me da la convicción de que llora a toda hora.
Por eso me corto las alas. Yo sola. Yo sola.
Porque del amor yo sólo sé que la quería.
Pero la vida es puta cuestión de geografías.
Se está cerca o se está lejos.
Punto.

Cómo duele.
Que no duela.
¿Te da risa?

Y este cuerpo no me sirve.
Y este rey no me comprende.
Y esta mina no me mira.

Voy a perder la rima en tus ojos.

Lo dije.
¡Eureka!
Lo sabía.

¿Y por qué existen tus ojos? ¿y por qué la tierra gira?

Demasiadas preguntas para tan poquita vida, Agustina.

Ella va a dolerte en todo el cuerpo.
¿Entendido?
Te coronen de verdades o te coronen de mentiras.

¡Ok!
¡Basta!
Quiero terminar con todo esto.

Voy a cortarme las alas. Toda la vida. Yo sola. Toda la vida.

Porque volar bien lejos engendra tu espanto.
Porque volar bien hondo me llena de espinas.

Punto.
Cómo duele.

Ay. Que no duela.
Ay. ¡Te lo dije!
Ay. ¿Lo sabías?

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