La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

Animal que da calambres.

Es una lástima, cuando me pongo a escarbar en la verdad de las verdades y comprendo que no soy más que un animal lleno de alambres y que, tarde o temprano, me van a desaparecer, ¡así!, como muerta de algún hambre, sentenciada a los calambres, mendigando que me esperen, suplicando todo el aire, aunque siempre lleguen tarde. No estoy lista para ser inofensiva. Si me toco en algún punto llueve sangre. Y entonces: los soldaditos, sugiriendo que me una, que me entregue a sus combates, donde luchan por ganar no sé qué cosa, donde pierden por pelear no sé qué fraude.

"suficiente" pienso a veces cuando estallan
los pensares que revuelven lo que nadie
magaritas deshojándome las venas
cafecitos sin la blanca que los barre
lunes drástico mirado desde el fondo
calle angosta para entrar hasta el detalle

boca sucia, lengua lerda, ¿noche o tarde?

te preparo lo que quiero que te olvides
me preparo pa´ que empieces a olvidarme

vos no estás para querer llegar al fondo
vos querías, oh cierto, pero hay algo

yo te ví cuando sentías en voz alta
yo te ví cuando mentías los letargos-mientras tanto

yo te ví cuando cerré todos los ojos
yo te ví cuando ofertaste lo contrario

¿qué pasó?

no sé quién sos
ni sé que traigo

(lunes drástico, lunes drástico)

No hay comentarios:

Publicar un comentario