La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

Traje.


 "Entonces, ¿nadie quiere esto, nadie?"

Me serviste para desafiar lo indesafiable.
Me serviste para luchar por un nombre,
desde la chapa del techo a la calle.
Me serviste para defraudar a la vieja.
Me serviste para hacer sufrir a una madre.
Me serviste para pisar, descalza y febrero, el asfalto caliente y no encontrarte.
Me serviste para salir a desesperarte.
Me serviste para reconocer, de ojos abiertos y delirantes, que soy un ángel
que por algo tengo los huesos blancos
que por algo me fui hasta el fondo
a buscar la verdad
y te la traje.

Porque yo no quiero decir esto.

Yo quiero decir
“pájaros”,
por ejemplo,
y que vos me abraces.

Nada más decir
“¡pájaros,
pájaros, pájaros!”
y que vos me abraces.

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